"Se iban amontonando los papeles, las cosas, las ideas hasta que llegó el momento que dije: 'Yo creo que ha llegado el momento de que si quiero escribir, escriba en serio' y ahí está la novela. Soy Pepita Meyniel, soy funcionaria del Ayuntamiento de Barcelona y acabo de hacer un libro, que se llama 'Memorias de una funcionaria bajita', lo de bajita es evidente. Los funcionarios no somos vagos. Tenemos trabajo y queremos hacerlo, tanto antes como ahora. Esta novela capta cosas de la muerte de Franco, la llegada de Tarradellas. Está lleno de anécdotas de entonces, de anécdotas bastante divertidas y las cosas que nos sucedían en el Ayuntamiento. Era como la oficina siniestra de la codorniz, era muy húmeda, toda muy antigua, con un jefe de Dios sabe cuando, muy del 'vuelva usted mañana'. Mi jefe de aquel momento, el señor Menéndez, porque en la novela se llama Menéndez, llevaba los pantalones atados con una cuerda. Eso a mi me traía un poco loca. Era un personaje raro."