Els taxistes de Barcelona han rebut un regal en vers. La Fina, una veïna invident de Nou Barris, ha volgut retre homenatge a aquest col·lectiu, del qual n’és usuària, dedicant-los una poesia. Amb el títol de ‘Groc i negre’, els versos que ha escrit estan adreçats als qui ella anomena “àngels de la ciutat“.

El sindicat Élite Taxi s’ha fet ressò a Twitter del poema de la Josefina Cebrián, que és escriptora i està afiliada a l’ONCE. En el seu particular homenatge compara els taxistes amb “deus del volant” que “condueixen com ningú”. “El vostre servei no és car, per la duresa i el risc que heu de suportar, del cavaller educat fins al perill mortal”, defensa la Fina.

La poesia de la Fina també critica el “descarat intrusisme” que pateix el sector, en referència als vehicles VTC, “les amenaces de robatori amb navalla i ganivet”, dels robatoris amb violència als vehicles, les “injustes multes” que considera que reben dels “injustos recaptadors”. “Se n’han de tenir un parell”, assegura l’escriptora, “per poder suportar les moltes indefensions” que viuen els taxistes en el seu dia a dia, afirmen els seus versos.

AMARILLO Y NEGRO (Homenaje a los ángeles del taxi)

Por Barcelona ciudad, entre coches y viandantes,

¡van miles de corazones, circulando por las calles!,

¡son los dioses del volante, pues conducen como nadie!,

son los hombres y mujeres del negro y del amarillo,

con sus taxis al servicio de los usos y deberes.

Dentro de la flota urbana, hay una existencia humana,

¡que sueña, palpita y vive, muchas horas del reloj,

como dentro de una caja, en un coche, no en su casa!

¡Ángeles de la ciudad, compañeros de la noche!,

vuestro servicio, no es caro, por lo duro y arriesgado

que tenéis que soportar, ¡del caballero educado,

hasta el peligro mortal¡, y si al llegar al hogar,

no fue buena la jornada, ¡ni hasta quisierais hablar!

¿Os sentís reconocidos, pagados y agradecidos,

por el duro sacrificio, que presta vuestro servicio?

¡Decid si es que son conscientes, vuestras familias y gentes,

si con cariño comprenden los mil y uno inconvenientes!:

las horas que roba el sueño, ¡trabajadas por aquellos

que del coche no son dueños!, el descarado intrusismo,

con su feroz competencia, ¡a la vista y permitido!,

borrachos que vomitaron, se rieron y burlaron,

¡las amenazas de robo con navaja y con cuchillo

de quién no tuvo la culpa y se cayó al precipicio!,

el tener que soportar humillado y engañado,

¡por creer y confiar en quien no quiso pagar!

Sería injusto olvidar los fríos y los calores,

los pagos, reparaciones, ¡y tantas injustas multas,

de injustos recaudadores!

¡Hay que tener más de un par para poder soportar

las muchas indefensiones, no habiendo a veces detrás,

un gran amor o un hogar que son dos grandes razones!

¿y quién lucha por vosotros, ante el lucro y sin permiso?

¿quizá un sindicato amigo, las juntas y corporaciones?,

¿y no es verdad que en ocasiones está dentro el enemigo?

¡Trabajadores del coche¡, ¡conductores los taxistas¡,

¡ancestrales luchadores, dejad de ser pesimistas!

¡que vuestras mentes pensantes sean vuestras representantes!

Joséfina Cebrían, escritora, afiliada a la ONCE