Pancartes... i molts nervis. Així han rebut les seves famílies i els companys de la Unió Excursionista de Catalunya d'Horta el Jesús Morales i l'Agustí Pallarés, que avui han tornat de l'Himàlaia. Han estat dos mesos d'aventura que van culminar la setmana passada, quan el Jesús va aconseguir fer cim a l'Everest. Ara ja són de nou a casa. JESÚS MORALES, alpinista "Bueno pues ahora estoy un poco desbordado, ¿no? porque con este recibimiento que he tenido tan espectacular la verdad es que se me ha ido un poco la emoción de la cima. Pero la verdad es que ha sido algo espectacular para mí, la cima del Everest es algo impresionante y su llegada más aún. Para mí ha sido algo que será inolvidable para toda mi vida. Lo mejor ha sido, en la ascensión en sí, la gente que he llegado a conocer porque he conocido muchos amigos: sherpas, antiguas expediciones... A mí me encanta conocer gente por ahí por otros mundos y tal. Y lo peor, cosas desagradables que se han visto en la montaña: un poco de masificación, tampoco tanta, pero un poco de cosas raras que se ven a 8.000 y pico metros. ¿Lo que más ganas tengo de hacer ahora? Pues bueno, reconciliarme otra vez con la familia, reordenar un poco mi vida porque han sido dos meses y, parece que no, pero dos meses se nota fuera de casa."

El camí va començar el 28 de març quan l’expedició va deixar Barcelona amb la vista posada al cim més alt del món. L’Agustí no va poder arribar fins al final per ben poc, però el Jesús va aconseguir coronar l’Everest. Després de dos mesos d’aventura tornen a ser a Barcelona.