La estatua de Colón fue una de las primeras cosas que me encontré al llegar a Barcelona. Contiene un montón de escenas súper racistas y es la expresión máxima del colonialismo europeo sobre América. Dar una vuelta a Colón es ver la escenificación de lo que llaman descubrimiento: hay que ser cabeza dura para pensar que se descubrió un continente que existía desde hacía millones de años.